Los créditos sostenibles solucionan barreras financieras para potenciar proyectos que favorecen el ambiente, cumpliendo con lineamientos ESG y dinamizando la economía local. En Guatemala, Banco Industrial ha impulsado este tipo de créditos en los sectores construcción sostenible, energía renovable y transporte sostenible.
Los créditos sostenibles son instrumentos financieros que integran los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), tanto en su diseño, como otorgamiento y seguimiento.
Estos créditos no se enfocan únicamente en la rentabilidad económica, sino implican consideraciones globales que favorecen los siguientes aspectos:
Proyectos de energías renovables, eficiencia energética y tecnologías limpias, entre otros.
Iniciativas para la gestión sostenible de los recursos hídricos, conservación de la biodiversidad y la reforestación.
Proyectos para el cumplimiento de regulaciones ambientales y mejorar el aspecto reputacional.
Iniciativas que impulsan proyectos de impacto social, como viviendas asequibles.
Lo cual hace que estos créditos tengan cada vez más demanda y aumente su competitividad.
Incremento en la demanda
En un inicio, los créditos sostenibles fueron otorgados a grandes corporaciones multinacionales con políticas ESG. Sin embargo, en cumplimiento de los mismos criterios, se han extendido a empresas de diversos tamaños y sectores, como manufactura, nuevas energías, servicios financieros y tecnología, entre otras.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Iniciativa de Bonos Climáticos (CBI, por sus siglas en inglés) la emisión de bonos temáticos (verdes, sociales y sostenibles) en Latinoamérica y el Caribe acumuló alrededor de US$30 mil millones a finales de 2021. El incremento en la demanda de estos créditos se ha dado en la región gracias al dinamismo de entidades financieras como los bancos comerciales.
Ejemplo de ello es la línea de “Créditos Sostenibles” de Banco Industrial (Bi), que en 2023 permitió colocar Q59.3 millones para el financiamiento de vehículos híbridos y eléctricos. Esta cifra representa un crecimiento del 57% en comparación con el año 2022.
Importancia de los créditos sostenibles para el futuro
Debido a que estos instrumentos financieros están diseñados para apoyar proyectos que tienen un impacto positivo en el ambiente, la sociedad o ambos, su importancia radica no solo en el presente, sino también en su alcance para el futuro.
Uno de los aspectos mencionados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es el riesgo de desastres relacionados con el clima. Este podría ser una amenaza seria para el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de la región, reduciéndolo entre un 9% y un 12%. Es por esta razón por la que se fomentan las fuentes de financiamiento y las inversiones sostenibles que permitan compensar las posibles pérdidas al incrementar anualmente el PIB.
Estos créditos facilitan la transición hacia modelos económicos que reduzcan el desperdicio, promuevan la reutilización y regeneren los ecosistemas. Además, favorecen la inversión en tecnología, investigación y desarrollo de procesos productivos, para restaurar ecosistemas, regenerar suelos o mejorar la biodiversidad.
Los créditos sostenibles se convierten en una oportunidad para el financiamiento de startups y desarrollos tecnológicos sostenibles que crean soluciones innovadoras para transformar industrias enteras, tal es el caso de los proyectos de transporte sostenible en Guatemala, atendidos por Bi.
Proyectos que pueden aplicar a estos créditos
Algunos de los proyectos de empresas formales que se pueden beneficiar con el financiamiento sostenible, al cumplir los requisitos de crédito indicados por Bi, son los relacionados con: