Partiendo del hecho que la reputación es un activo, la gobernanza como principio ESG establece los lineamientos para adquirir dicha reputación y transformarla en “confianza”, sin la cual las empresas no podrán mantener su valor a largo plazo.
En el marco de la responsabilidad con el ambiente, el aspecto social y la gobernanza (ESG por sus siglas en inglés), esta última se refiere a “todas las acciones que una empresa planifica y ejecuta para actuar de forma transparente y responsable”, indica Denise Mansilla, directora de País de Merco Guatemala.
Estas acciones afectan tanto a lo interno de la empresa, como su reputación y confianza con sus stakeholders. “Proyectan una imagen de integridad y compromiso con la sostenibilidad, lo que refuerza la confianza de los inversores, empleados y clientes. La gobernanza efectiva se traduce en una reputación positiva, que es clave para el éxito a largo plazo”, explica.
Aun cuando la reputación es un activo intangible, está íntimamente relacionada con la dinámica de negocio de las empresas. “Forma parte del terreno de juego donde las empresas compiten, venden y se desenvuelven. Una compañía con buena reputación (y para tenerla hay que saber gestionarla y esto pasa por medirla) tiene un mejor impacto en los negocios, soporta mejor las crisis y las supera antes”, agrega José María Sansegundo, CEO de Merco España.
Claves del gobierno corporativo
Está compuesto por personas y sistemas que dirigen una empresa de manera ética y responsable. Su objetivo es garantizar la transparencia y eficiencia en la gestión, beneficiando a todos los stakeholders.
“El buen gobierno corporativo es esencial para construir y mantener una buena reputación, ya que demuestra compromiso con la ética y la rendición de cuentas. Además, fomenta la confianza, tanto interna como externamente, lo que es fundamental para fortalecer las relaciones comerciales y proteger el valor a largo plazo de la empresa”, agrega Mansilla.
En el gobierno corporativo deben participar la junta directiva, la alta gerencia, los accionistas y las partes clave de una empresa. De esta manera las decisiones serán coherentes con los valores y objetivos de la compañía. “La reputación y la confianza dependen de la participación de estos grupos, ya que cualquier falta de alineación puede erosionar la confianza de los stakeholders”, señala la entrevistada